jueves, 26 de abril de 2007

Miradas



De calmados ademanes un hombre
encantador, incomparable,
único. Una mirada suya
dobla el muro
de una mujer,
una segunda mirada
dobla las rosas del jardín,
¿a quién no le gustaría conocer
a un destructor de muros
y de rosas?



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Livia Mesa
La mirada de los cangrejos
Último Reino - BA - 1999
[ p.17 ]

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