sábado, 6 de octubre de 2007

Canción del viernes



Hoy no el diario, ni el trabajo, ni la rutina.
Hoy no el túnel a cielo abierto del día en donde los automóviles pasean nuestras vísceras. He escrito una canción.
Todo lo fugaz era lo eterno. Canta el pájaro del fondo de la historia. Las ruedas cruzan el aire amarillo con sus atados de humo.
Huesos de árboles de oro arden sobre cielos marrones. Luces de otros mundos. Después del delirio siempre nos miran las luces de otros mundos. Mi trabajo es estrujar el trapo de piso y fumar entre la basura. Duerman los templos y las ruinas de los templos. Duérmanse todos: los dioses y las prostitutas y sus estatuas rotas prisioneras en los museos impecables. Duerman las naves que trajeron las manos rosas de mis antepasados y las que llevarán las manos negras de mis descendientes.
Duérmase mi amor en las estrellas,
sin rey,
sin trono,
sin camisa,
sin historia,
para que sea la última cosa que se pierda.



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Rosario Sola González
El humo de los músicos
Ediciones Ríos al Mar - 2000
Paraná - Entre Ríos - RA
[ p.31 ]

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