( fragmentos )
La plenitud está de cara a la pared
. . .
Contra el muro el desierto se ve distante
. . .
nos enlazamos
y ni un pájaro mira
y ni un sueño aullando
. . .
Semejantes.
Animales sueltos en el camino.
Que estallen.
Indefinidos.
Una tribu de indecentes confusos.
Sin techo.
Oscuros a intervalos.
Que miren fijo y tiemblen.
Eso sí.
Que tiemblen que tiemblen.
. . .
Vení.
          Azotá con tus gasas.
Puedo escuchar el látigo de la seda enjaulada.
. . .
la amo al revés
                        la busco hacia atrás
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Larva hechicera el hijo daría
por tener las dos caras de la luna.
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Soy pobre
me nazco       me entierro
me sobran los días.
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Torre de Babel
halcón infinito.
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Esta mísera gloria de apretar el aire
con el azogue de mi nuca.
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Quiero estar allí
donde nadie sabe quién vive
en la lucidez del ahogado.
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Es sombra con cicatriz de hijo.
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El deseo es más que un cuerpo.
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Silvia Montenegro
El diablo pide más
Ediciones Último Reino - BA
Septiembre de 2003
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