lunes, 26 de octubre de 2009

Ver o no ver



La condujo hacia la ventana. La inmensa llanura de rastrojo llameaba bajo el sol y la luz hervía en la atmósfera diáfana.

—Abra bien los ojos. ¿Ve las nubes que se alejan allá, como ovejitas rosadas? ¿Ha visto alguna vez nubes como éstas en su podrido pueblecito de Rusia?

—Yo no tengo la costumbre de mirar las nubes. Vivo tan ocupada...

—Señora, hay que mirar las nubes. Créame; hace muy bien a la salud.



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Alberto Gerchunoff
El médico milagroso

Los gauchos judíos

Aguilar - BA - 1975
[ p.161 ]

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