Of course
he chanted with the rest: it was impossible to do otherwise. To dissemble your
feelings, to control your face, to do what everyone else was doing, was an
instinctive reaction. But there was a space of a couple of seconds during which
the expression of his eyes might conceivably have betrayed him. And it was
exactly at this moment that the significant thing happened — if, indeed, it did
happen.
George Orwell
Nineteen Eighty-four
Penguin, GB, 1954
Por supuesto, cantó con el resto: era
imposible hacer otra cosa. Disimular los sentimientos, controlar la cara, hacer
lo que todos los demás estaban haciendo, era una reacción instintiva. Pero
había un espacio de un par de segundos durante los cuales la expresión de sus
ojos podría posiblemente haberle traicionado. Y fue exactamente en este momento
cuando lo importante ocurrió — si fue, en efecto, que ocurrió.
- - -