The tune
had been haunting London for weeks past. It was one of countless similar songs
published for the benefit of the proles by a sub-section of the Music
Department. The words of these songs were composed without any human
intervention whatever on an instrument known as a versificator. But the woman
sang so tunefully as to turn the dreadful rubbish into an almost pleasant
sound. He could hear the woman singing and the scrape of her shoes on the
flagstones, and the cries of the children in the street, and somewhere in the
far distance a faint roar of traffic, and yet the room seemed curiously silent,
thanks to the absence of a telescreen.
La canción había estado rondando Londres
durante semanas. Era una de las canciones innumerables y similares publicadas
para beneficio de los proles por una sub-sección del Departamento de Música. Las
palabras de estas canciones eran compuestas sin ninguna intervención humana en
un instrumento conocido como versificador. Pero la mujer cantaba tan
armoniosamente como para convertir la terrible basura en un sonido casi
agradable. Podía oír a la mujer que cantaba y el roce de sus zapatos en las
losas, y los gritos de los niños en la calle, y en algún lugar a lo lejos un
débil rugido de tráfico, y sin embargo la habitación parecía extrañamente
silenciosa, gracias a la ausencia de una telepantalla.
George
Orwell
Nineteen
Eighty-four
Penguin,
GB, 1954
- - -