miércoles, 23 de abril de 2008

Callar y marcharse



Decididamente, se iba. Que lo tomaran como quisieran. Que pensaran lo que creyeran oportuno de su silencio y de su ida. Cuando la vida interior de un sujeto no armoniza con la externa, con la que lo está rodeando, no hay nada que hacer. Callar y marcharse. Ésa es la gran sabiduría (...)



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Juan Carlos Onetti
Tiempo de abrazar
Bruguera - Barcelona - 1980
[ p.24 ]

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