martes, 13 de mayo de 2008

Soneto en que se hace tarde



Vieja, menesterosa claridad
que al envolver el día, ya en las últimas,
lo desnudas más bien y lo traicionas,
¿me seguirás negando el saludo?

Féretro de ti, resto de tu muerte,
calavera de un sol vuelto Saturno,
apagada, inservible claridad:
sigo siendo tu hijo, y tú mi hermana.

Resistir la crudeza de otra noche
parece, amiga, fuera de tu alcance,
muy lejos de tus uñas corroídas,

y a solas con tu sombra o tus despojos
me atrevo a preguntarte, luz, recuerdo,
si al menos hoy pronunciarás mi nombre.



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Luis Vicente de Aguinaga
Tres poemas

Crítica

Revista cultural de la Universidad Autónoma de Puebla
septiembre - octubre de 2007 - No. 123
[ p.100 ]

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