De hecho nadie puede saber qué es un
animal, en parte porque nadie puede saber lo que es cualquier cosa (Kant dixit) y
además porque parece imposible considerar a un animal sin superponerse
antropomórficamente a él, de donde se siguen las opiniones de mi tía sobre la
maldad de los pumas y las de mi prima sobre la envidia de los gatos o la
clarividencia agorera de las lechuzas.
Julio Cortázar
Territorios
Siglo Veintiuno Editores, México, 1984